Bienvenidos a mi blog particular donde espero que os sintáis como en casa y donde están guardadas muchas cosas buenas y no sólo la esperanza como en la caja de Pandora.

Disfrutad y pasad un buen rato, espero que después de recorrer mi Caja Particular salgáis sabiendo algo más de mí. Y por supuesto, cualquier opinión es bienvenida.

Saludos, un beso y un fuerte abrazo. Elo.

viernes, 31 de agosto de 2012

Curso del 96


16 de Septiembre, lunes
Bajo del autobús y abro el paraguas, lleva varios días lloviendo sin parar y parece que este cielo encapotado y gris ha ganado la batalla al tímido sol de los últimos días de verano. Un par de calles más allá aparece la fachada del edificio de Arte de la Universidad de Michigan y me dirijo a ella.
Después de andar por varios pasillos me encuentro con Alice, profesora de segundo curso. Me pregunta por mis vacaciones. Le respondo educada pero rapidamente porque le encanta fisgonear en la vida de los demás, así que entro en mi despacho y cierro la puerta de madera y cristal con unas letras pintadas en negro: “EDWARD BROOKS”.
Repaso algunos papeles y cojo las listas de alumnos nuevos. Al final los rumores se han confirmado, hay menos estudiantes este año.
Me quito la chaqueta, me acomodo delante del escritorio y empiezo a ordenar libros y apuntes.

18 de Septiembre, miércoles
Me he encontrado con Bruce y Mike en la reunión de inicio de curso con todo el profesorado y después vamos a comer a la cafetería de la calle Mills. Nos reímos comentando que la única novedad que ha presentado el director Hensley ha sido su nuevo peluquín.
Al volver a casa saco a Eros a pasear y está tan inquieto que me ha hecho correr a su lado como un loco.

20 de Septiembre, viernes
Después de unas horas en la facultad, ya he dejado preparadas las primeras clases preparadas para el lunes. Estoy comiendo en casa cuando me llama Bruce por si quiero apuntarme a una salida este fin de semana. No tengo ganas de aguantar a las amiguitas que pueda traer así que le doy una excusa barata y me quedo en casa.

23 de Septiembre, lunes
El primer día de curso. El campus está lleno de alumnos que entran y salen de todas partes. Saludo a Conrad, el profesor de dos aulas más allá de la mía y entro en clase seguido de unos cincuenta alumnos. Me presento brevemente y empiezo a dar teoría y a apuntar datos en la pizarra.
Les pido que hagan un pequeño ejercicio y me siento, observándolos. Me pregunto quiénes de entre todos aquéllos veinteañeros dormidos intelectualmente destacarán y me recordarán el porqué me convertí en profesor.

26 de Septiembre, jueves
Realmente creo que o las cosas mejoran o éste grupo en concreto va a ser de los peores de los últimos años. No sé si es que no les interesa la clase o no tienen el suficiente nivel. Es cierto que Dora Rice y William Johnson son excelentes pero el resto… creo que podría lanzarlos a la papelera.
También hay un pequeño grupo que podrían aprovechar algo de lo que les enseño pero están tan concentrados en sus juergas, en su inmadurez…

10 de Octubre, viernes
No me equivocaba. Mi pareja preferida de alumnos son brillantes y parece que varios más empiezan a despertar. Hoy Mike y yo lo comentábamos en la cafetería a la hora del almuerzo y a él le pasa igual, pero bueno, menos es nada. Los estudiantes cada vez vienen peor preparados y menos ilusionados por aprender.
Miramos a nuestro alrededor y me fijo en varios chicos que conozco de mi clase de arte griego. Están riendo sin parar y un par de chicas charlan animadamente. Una de ellas es una chica morena de larga melena y piel pálida llamada… no recuerdo su nombre… ah sí, June Sherman.

27 de Octubre, martes
Creo que voy a pasar a la acción – pienso ésta mañana – así que llego a la clase y empiezo a preguntar a cualquiera sobre cualquier tema, quiero que dialoguen y piensen, que la clase sea dinámica.
-Srta. Sherman, dígame el orígen de las pinturas sobre cerámica basadas en los mitos y los principales artistas que se conocen.
Ella me mira silenciosa, tranquila y me responde algo acertado pero demasiado simple. Sonrío con ironía e insisto para sacarla un poco de quicio. Me devuelve una sonrisa fría y de superioridad que me hace enfurecer.
Veinte minutos después acaba la clase, los chicos salen de clase y nos cruzamos una mirada mútua de reproche y enfado.

30 de Octubre, viernes
Hoy me he encontrado con June Sherman en la entrada de la facultad. Iba acompañada de un chico del equipo de fútbol. Cuando se han cruzado conmigo han bajado la voz. Supongo que debe de estar contándole lo raro que es su profesor de arte.
Más tarde, en la cafetería casi hemos tropezado y ha estado apunto de tirar el almuerzo al suelo. La he sujetado y me ha sonreído levemente. Para mi sorpresa mi corazón se ha acelerado.
Ahora estoy con Mike y Bruce tomando una copa pero no les comento nada, porque supongo que no hay nada que contar, ¿no?.

12 de Noviembre, jueves
Esta mañana me he levantado pensando en June. No sé qué me está pasando que me sorprendo a mí mismo mirándola o recordándola.
Entro en clase y me pongo triste, no ha venido. Pero la puerta se abre y entran algunos retrasados, entre ellos June. La sigo con la mirada mientras se sienta, esta vez en la segunda fila, a pocos metros de mí. Me mira seria, fijamente.
Si cree que va a ponerme nervioso…
La clase va pasando y la sorprendo mirándome dos, tres veces e incluso nos cruzamos las miradas ¿está jugando conmigo?. Pongo cara seria, me levanto acercándome hasta la pizarra y doy clase desde allí hasta que acaba la hora. No sé que creerá que puede conseguir, pero no caeré en su juego.

25 de Noviembre, miércoles
Ya no puedo más. El viernes pasado la ví venir por el pasillo como si fuera a cámara lenta, al llegar a mi altura me sonrió. Me dijo “sr. Brooks…” a lo que yo le contesté: “srta. Sherman” y ella rió de una forma… que me estremeció.
Hoy hemos terminado la clase y he venido a la biblioteca. Y aquí estaba, sentada tres mesas más allá, estudiando… y mirándome.
Luego se ha levantado y la he seguido por inercia. De repente nos hemos encontrado en un pasillo repleto de libros hasta el techo, en silencio, cara a cara y el ambiente cargado de tensión.
Nos hemos quedado así, quietos, un par de segundos hasta que he reaccionado y he vuelto a mi sitio a sentarme.
No puedo más. Esto es una locura. Tiene unos quince años menos que yo. Es mi alumna! Y lo que es peor: ¿qué es lo que siento por ella? ¿siente algo ella por mí?

08 de Diciembre, martes
Estoy enamorado. Lo sé. No es sólo obsesión, no es instinto ni atracción por lo prohibido. La quiero y es algo irracional porque casi no la conozco, pero es así.
Quizás me equivoque o es porque quiero ver algo donde no lo hay, pero creo que June también siente algo por mí. Lo noto en su mirada, en sus gestos hacia mí.
Acaba de salir por la puerta del aula y al entregarme un trabajo lo ha hecho poco a poco y sin pensar he rozado suavemente su mano, lo que la ha hecho sonrojarse tímidamente.
Acabo de llegar a casa. Saco a pasear a Eros y corremos durante más de una hora sin parar, necesito no pensar o no sentir todo esto durante un rato.


23 de Diciembre, miércoles
Toda la Universidad de Michigan y el pueblo de Flint está engalanado, invadido por la navidad que se estrena mañana. Todos parecemos de mejor humor y se hacen fiestas en las hermandades.
Como ya es tradición algunos profesores hacemos una pequeña fiesta en una sala del ala este. Supongo que así nos sentimos más cerca de nuestros alumnos y como si volviéramos a nuestros años de universidad.
Nos lo pasamos en grande porque Conrad cuenta chistes y Mike acaba siempre animando la fiesta, sacando a bailar hasta a la sesentona sra. Bowers.
Miro el reloj: las dos de la mañana. Estoy cansado así que me despido y paseo lentamente respirando el frío de la noche, el olor a los árboles y al césped húmedo cuando creo ver a June salir de una hermandad.
Espero un momento y la veo dirigirse a su coche. Sin pararme a pensar me acerco a ella y le digo:
-June…
-Sr. Brooks
-Por favor, Edward – a lo que ella sonríe - ¿te marchas ya?
-Sí, creo que ya es algo tarde.
-¿quieres que demos un paseo?
Levanta su rostro y nos miramos fijamente. Se acerca a mí y empezamos a andar al principio sin decirnos nada, pero compartiendo un silencio agradable.
Al cabo de un rato reúno el valor para decirle:
-June – la detengo apoyando mi mano en su muñeca – no sé si… no sé si esto es una locura, o si tú también…
-Sí, creo que yo también…
-Te quiero – le susurro justo antes de acercar mis labios a los suyos y besarla lentamente, sintiendo como mi corazón salta en mi pecho.
-Yo también te quiero – me dice.
Seguimos paseando mientras la abrazo y desaparecemos poco a poco en esta noche con perfume a invierno y luces navideñas.

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