Bienvenidos a mi blog particular donde espero que os sintáis como en casa y donde están guardadas muchas cosas buenas y no sólo la esperanza como en la caja de Pandora.

Disfrutad y pasad un buen rato, espero que después de recorrer mi Caja Particular salgáis sabiendo algo más de mí. Y por supuesto, cualquier opinión es bienvenida.

Saludos, un beso y un fuerte abrazo. Elo.

martes, 31 de marzo de 2009

La jirafa de Manuel


Aprovechando el día me marcharé al zoológico a ver a los animales. Paso entre todos como si supiera que están pero sin verlos, y acudo a mi sitio favorito: allí está ella, impasible. A veces me llevo el desengaño de que está dentro de la caseta y que no podré verla ése día.

Su imagen dista del resto de animales, es especial: sus ojos son increíblemente grandes (en proporción son hasta grandes para el cuerpo que tiene), su boca es diferente a las demás. Es elegante, es señorita, su piel engancha la mirada y se pierde entre sus manchas de terciopelo.

Lo que más me gusta es el tremendo interés que en el ser humano despierta lo inalcanzable y ella lo es; se mueve con serenidad, sólo ella sabe llegar a lo más alto, donde no llega ninguno del resto de animales a no ser que tenga alas (como los sueños).

Acabo mi visita después de mirarla durante horas sin cansancio. Cuando me decido a salir, miro mil veces atrás para volverla a contemplar. Me enamora su grandiosidad.

Salgo de mi zoo, apago mi pc y espero que llegue el siguiente día de visita para comprar de nuevo la entrada y acceder al mayor de los sueños.

(Por gentileza de Manuel Jesús).

jueves, 26 de marzo de 2009

El paso del tiempo

"La casa me había llamado la atención ya desde pequeño. A veces tenía la sensación de que iba a hacerse aún más gruesa y ancha, y las casas contiguas tendrían que echarse a un lado para dejarle sitio. Ahora la casa de la Bahnhofstrasse ya no existe. No sé cuándo la derribaron ni por qué. He estado muchos años fuera de mi ciudad. El nuevo edificio, consruido en los años setenta u ochenta, tiene cinco pisos y un ático bastante grande, y una fachada lisa con revestimiento claro, sin balcones ni miradores. Hay muchos apartamentos pequeños, cada uno con su timbre. Apartamentos donde la gente se instala y que al cabo de un tiempo abandona, igual que se coge y se deja un coche alquilado. Ahora en la planta baja hay una tienda de aparatos de informática; antes hubo una droguería, un supermercado y un videoclub."
Bernhard Schlink. El Lector.

Admiración

"(...)Ahora poseía una seducción casi irresistible, que no dejaba de excitar la altivez de su semblante cuando se sentía mirada. Pero como acontece con frecuencia en rostros semejantes, nada era comparable a su dulzura -dulzura de la boca, de las mejillas, de la sonrisa, de los largos pliegues de los ojos, cuando Alicia sonreía. Acariciaba, se entregaba toda ella en ternura al sonreir. Y era tan vivo el encanto cada vez que el grave rostro de Alicia se deshacía en esta sonrisa, que Morán no oía lo que ella hablaba - por sonreir a su vez."
Horacio Quiroga. Pasado Amor

martes, 24 de marzo de 2009

Soledad

"Qué artificialmente distintos somos unos de otros, o qué distintos nos creemos, o nos han hecho, o nos hemos hecho. Vivimos separados, llenos de precauciones, como islas de un infinito archipiélago. Formamos la Humanidad, sí; pero somos islas separadas por mares: el mar de las razas, el de las creencias, el de las economías, el de la edad... La vida es una aventura incomprensible, aunque a rachas acertemos a comprender una pequeña parte. Y hay que vivir esa aventura solos: nos traen a ella solos y solos nos morimos. Se nos podrá comprender; se nos podrá acompañar a trechos, pero, en el fondo, es mentira: estamos solos. ¿Cómo no vamos a aferrarnos al primero que se aproxime, a través de la palabra amor, o tribu, o hijo, o sentimiento?"
Antonio Gala. La pasión turca.

Alphonse Mucha



Este gran artista checo fué uno de los principales representantes del estilo Art Nouveau. Tanto éste estilo, como el modernismo y el simbolismo son los que más me gustan estéticamente.

La obra de Mucha se inició creando litografías y el vestuario, escenografía y complementos para Sarah Bernhardt, actriz francesa, con lo que ambos consiguieron un gran éxito y fama.

Trabajó bastante para el teatro, aunque también abarcó otros campos como la joyería o la publicidad de artículos, razón por la cual el público siempre vió su obra muy ligada al ámbito comercial. Sin embargo, él intentó distanciarse de ésta filosofía, ya que creía en el arte como medio para transmitir la inspiración interior.

La mayoría de su obra son mujeres jóvenes y bellas, flotando entre vestidos neoclásicos y cabelleras larguísimas, además de estar rodeadas de exhuberantes flores que enmarcan todavía más la imagen de la mujer casi enaltecida como una verdadera musa.

Hace poco fuí a una exposición en el CaixaForum y quedé realmente impresionada. Pocas veces he llegado a ver reflejada la mujer con un halo de magia tan grande. Así que... compré un libro (cómo no jaja) con un resumen de su obra y gran parte de sus litografías y he colgado una de ellas en mi dormitorio.

Recomiendo a quien no conozca a éste artista que investigue en sus litografías, seguro que disfrutará enormemente.

martes, 17 de marzo de 2009

Crítica sobre "Alatriste"



Voy a inagurar una nueva sección en mi blog, para darle un poquito más de alegría y que no sea tan serio.

Resulta que ésta película en su día me gustó (las películas de época o más o menos históricas siempre me han gustado), y además, .... bueno, que me gustaba por otros temas. Ni que decir que el protagonista también es un punto a destacar físicamente (cuánto partido ha sacado éste chico del cabello pringoso y sin champú).

Pues estaba dando una cibervuelta y he encontrado ésta crítica en otro blog que me ha hecho troncharme de risa y darme cuenta de las poquitas cosas que se ven si uno no aplica mucho el ojo crítico.

Así que aquí va, transcrita. Muchas gracias de antemano al creador.

"ALATRISTE"

"Cosas que aprendí viendo la película:

- Flandes es azul. Por la misma razón que se nos escapa, Madrid siempre es amarillo excepto cuando llueve: entonces llueve sólo durante 17 segundos como si aquello fuera el trópico (chorros de agua por todas partes) y también es azul. El resto de lugares geográficos son neblinosos.

- Los actores españoles necesitan un logopeda porque no se entiende la mitad de lo que dicen: la mayoría de los diálogos contienen momentos de "sssssssjshaahdafaj" y "zzhalsasidjsfksvn" y llega un momento en que sospechas que lo hacen a propósito para que te imagines lo que falta y sea más divertido. Los actores no españoles (o sea, el protagonista) necesita, además de un logopeda, unas gárgaras que le aclaren la voz, porque habla como si tuviera una cuerda vocal atrofiada y fuera el antepasado de Don Vito Corleone.

- En España no hay suficientes actores -hombres-, porque tuvieron que poner a Blanca Portillo haciendo de cura inquisidor. Es tan relevante que sea una mujer como que sea un cactus, pero debe hacer moderno decir que pusiste a la Portillo con una prótesis en la cabeza impostando la voz durante minuto y medio en toda la película.

- La banda sonora la aprovecharon de los desfiles de semana santa de mi pueblo o similar: un tambor suena a "pom-pom-porrom" y una especie de trompeta suelta notas que presuntamente otorgan dramatismo a la escena. Huelga decir que las escenas musicadas son largas de cojones y el viento agita la melenilla roñosa de Viggo Mortensen.

- Los soldados franceses, en 1644, hablaban un perfecto castellano. Eso sí, con el mismo acento "frangsés" de Marlene Morreau haciendo de francesita cachonda.

- Ariadna Gil es mala actriz incluso haciendo de actriz mala. Y es la sifilítica más rolliza que ha existido jamás en la historia de la medicina. En una de las escenas, ella también era azul (el iluminador se había cubierto, vamos).

Cosas que no entendí:

- La gran mayoría de diálogos. Los que sí entendía, no comprendí si los había escrito un becario o si el director (que también era el guionista) iba borracho.

- La gran mayoría de las escenas. Como el guión tiene menos solidez que la trama argumental de Ventdelpla, hay ratos en que van matando gente y no sabes quiénes son. Tampoco sabes quiénes son muchos de los personajes, porque aparecen, dicen dos frases y ya no vuelven a salir en toda la película.

- La (in)coherencia entre escenas. Ejemplo:

Escena 1: Alatriste va a pedirle a Elena Anaya que le entregue una carta al conde-duque de Olivares porque éste no quiere recibirle.

Escena 2: Alatriste se está paseando con el conde-duque de Olivares por la biblioteca del Escorial y están charlando tan ricamente que nadie sospecharía que no quería recibirle. La carta supongo que se la queda Elena Anaya para hacer papiroflexia (?).

Grandes dudas que me generan desasosiego:

- ¿Por qué en Madrid, en el siglo XVII, hay portaladas románicas al final de unas calles que parecen las de un pueblo fantasma de Soria?

- ¿Por qué una escena con monja se ambienta en el Patio de los Reyes del Escorial? ¿Qué pintaba una monja de clausura en El Escorial?!

- ¿Por qué Unax Ugalde le propone a Elena Anaya fugarse juntos y le dice que la esperará en la puerta de su palacio madrileño al amanecer y luego la está esperando en Úbeda, delante de la Iglesia del Salvador? (Ahora entiendo porqué no se fugan juntos, porque ella aún le está buscando).

- ¿Por qué la escena de batalla final parece que esté rodada en el parque de al lado de mi casa y me recuerda a la batalla de la tercera parte del Señor de los Anillos?

- ¿Quién es Eduardo Noriega -además de sí mismo- en la película?

- ¿Por qué Pilar López de Ayala tiene las dos frases más ridículas de la historia del cine?:

Frase 1. Alatriste está a punto de cargarse de un escopetazo a un tío (que no sé quién era) en su lecho de muerte. No se sabe cómo Alatriste ha entrado en casa del tío, pero de golpe se abre una puerta, aparece Pilar López de Ayala, se sienta al lado de la cama, se mira a Alatriste, Alatriste baja la escopeta y se marcha sin decir nada. Cuando está a punto de cerrar la puerta tras él, Pilar López de Ayala dice "buenos días tenga usted". Ein?!

Frase 2. Pilar López de Ayala se presenta en casa de Alatriste, le trae una espada que le ha dejado el muerto (el de antes, sólo que hora y media después) en herencia y le dice que además de la espada, el muerto le ha dicho que se quede con ella. Alatriste le dice que no, que se vaya por donde ha venido. Y ella se larga y le dice "ha sido un placer visitarle". Hasta aquí la participación de Pilar López de Ayala, que tampoco supe quién era, pero que por lo menos merece un Goya por tanto sentimiento contenido.

- ¿Por qué a un tío que se supone que lleva un año remando en galeras no lo chutaron de nandrolona para que no pareciera un sardineta?

- ¿Por qué Quevedo, que era escritor, cojo y medio ciego, lo caracterizan con un espadón más grande que el de Jaime el Conquistador?"

En fín, espero que ésta nota de humor os guste.

viernes, 6 de marzo de 2009

Un día cualquiera



Un frenazo, un golpe seco, ruido de cristales rotos, más frenazos, pitidos, algún grito... No veo nada, no noto nada. Creo que estoy dormida pero oigo a lo lejos una voz ... "Aquí, en su cartera dice que se llama Ana García". Alguien me despierta de mi sueño:
- Ana, Ana... – intento abrir los ojos pero me pesan, veo una luz blanca pero me molesta, no quiero abrir los parpardos pero me están llamando. Veo de manera borrosa una cara que se inclina hacia mí.
- Ana, hola.
- ¿Qué me ha pasado? – digo mientras intento despertar del todo e incorporarme.
- Tranquila. Soy Miguel, un médico. ¿ No te acuerdas de lo que ha pasado, Ana?
- No.
- Está bien, no te preocupes ¿de acuerdo?. Has tenido un accidente con el coche, pero ahora te vamos a llevar al hospital con la ambulancia.
- ¿Un accidente? – la barbilla me tiembla un poco. Miro a mi alrededor y el médico me sonríe. Más allá veo una chica de pie acompañada de un policía, que llora y me mira preocupada.
- Ana, mírame. Te estoy examinando, y enseguida te llevaremos al hospital, tú no te preocupes. Esa chica dice has chocado contra ella con tu coche. ¿no recuerdas nada?
- No, no... – se me escapa una lágrima. Tengo frío. Miro mi cuerpo. Tengo la camisa rasgada y ensangrentada, los pantalones húmedos por no haber podido contener la orina y veo que he perdido un zapato, dejando aparecer un pie inflado.
- ¿dónde te duele Ana?
- Me duele... me duele el pecho. Me duele mucho el pecho, y la pierna, ésta, la derecha, el pie... y la cabeza. – me toco la frente, el cabello lo noto húmedo por algo pringoso.
Me coge la mano, la retira del pelo y la sostiene unos momentos. Me toma el pulso, me ponen un collarín, unas inyecciones y un suero o algo así, no sé, es una bolsa transparente con un líquido que parece agua, que un enfermero coge con la mano en alto, mientras muy poco a poco intentan tumbarme en la camilla.

- Mi teléfono.... por favor, llamad a mi marido. Está en.... coged mi bolso. – miro mi coche cuando levantan la camilla y la orientan para introducirme en la ambulancia. Es un amasijo de hierros humeante que descansa en un charco de gasolina y aceite. – Mi coche, mi coche... – el enfermero me toca en el hombro suavemente, posa su mano sobre él, noto su calor humano y levanto la mirada. Una lágrima de soledad y turbación recorre mi mejilla.
- Tranquila, Ana. Enseguida llegaremos al hospital, y te pondrás bien, ya verás.... Ana, Anaaa.- Oigo mi nombre cada vez más lejos y mi mundo se oscurece por completo.

Vuelvo a despertarme muy poco a poco con el ruido de la sirena de la ambulancia. Tengo frío y noto el cuerpo muy extraño, me duelen todos los músculos, los noto tensos y me duele la lengua, que me sabe a sangre.
- Ana, ya estás despierta. Estamos a punto de llegar – Miguel se inclina sobre mí y me ausculta el pecho.
- ¿Qué me ha pasado?
- Has tenido un ataque con convulsiones. Es a causa del accidente pero ya llegamos.
Me duele..... me duele todo, por dentro y por fuera. Me siento muy débil y con ganas de dormir. Lloro sin darme cuenta y pienso en si voy a morirme. Tengo miedo a morir, quizás porque tengo cosas que perder. Pienso en mis padres, en mi marido, pienso en mis hijos. El sopor me invade e intento plasmar la imagen de todos ellos en mi mente. Me duele más el pecho, y quiero dormir....
Oigo de fondo cómo Miguel se mueve rápido a mi alrededor, habla en voz alta con alguien, grita, se mueven sobre mí, tocan mi pecho, lo masajean, creo que me está llamando.... me parece oír mi nombre, pero yo estoy viendo a mis hijos. Sonrío.
La imagen se queda quieta un momento y luego cambia. Recuerdo que en casa se ha acabado el champú y también tengo que comprar bolsas de basura. Me veo a mí misma apuntándolo en una nota ésta mañana antes de salir de casa, para ir al supermercado después del trabajo.
Frunzo el ceño.... ¿pero ... qué es esto? ¿Lo último que va a pasar por mi mente antes de morir es la imagen del Johnson’s And Johnson’s?? Empiezo a enfadarme, conmigo, con el destino o con el posible ser superior que me está haciendo ésta mala jugada en un momento tan delicado.
¿No debería ver un resumen en imágenes de mi vida, una luz blanca, sentirme en paz conmigo misma y luego avanzar hacia ésa luz antes de morir? ¿Se puede saber que hago recordando la lista de la compra??
No, así no, así no me va a suceder, pienso. Creo que estoy apretando las manos, aguantando la respiración, aspirando fuerte y....

- ¡Ya, ya!! ¡La tenemos!! ¡Ha abierto los ojos!! ¡Las constantes se estabilizan!! ¡Vamos rápido!!- Miguel me aparta el flequillo de la frente – Ana, ya hemos llegado. Estás a salvo.
Yo sólo le sonrío y muevo afirmativamente la cabeza. Sé que hoy no me voy a ir.